No habrá nunca una puerta. Estás dentro y el alcázar abarca el universo y no tiene ni anverso ni reverso ni externo muro ni secreto centro. No esperes que el rigor de tu camino que tercamente se bifurca en otro, tenga fin. Es de hierro tu destino como tu juez. No aguardes la embestida del toro que es un hombre y cuya extraña forma plural da horror a la maraña de interminable piedra entretejida. No existe. Nada esperes. Ni siquiera en el negro crepúsculo la fiera. Borges
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No son sólo los uruguayos, los argentinos también.
ResponderEliminarYo con la cara medio dormida y la peor sensación del mundo, no lo aplaudí, pero le dije "Julio, sos un grande". Definitivamente memá no hizo bien en tomarse esa caipirinha