No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tenga fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Borges
martes, 15 de septiembre de 2009
caída libre
te caiste en público. te morís de la verguenza, y como todos te miran no podes ni decir ouch. ni hablemos de ponerte a llorar.
camina camina camina, vos solo camina
ResponderEliminares como cuando se te rompe un taco, te queres matar, rengueas y seguis caminando como si nada
quiiiiiiiien fueeeeee?
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