como todo lunes que se digna de ser lunes, éste da comienzo a la dieta.
el día empieza bárbaro, desayunas un yogurt, a media mañana una barrita de cereal
y después..llega el mediodía. te cuesta, pero la respetás. vamos, es lunes. no me puedo zarpar tan pronto.
llega la noche, y por arte de magia, en la cena también comés algo que se parece al aire, pero con un poco de gusto (y no tan rico)
nada puede vencer al hambre de medianoche. después de buscar las opciones light y no quedar satisfecha, atacás la heladera.
terminás comiendote lo normal, y lo light. maldito lunes.
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