No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tenga fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Borges
martes, 21 de julio de 2009
ver llover
qué tendrá la lluvia que hace que quiera quedarme el día entero mirándola ? qué tiene que despierta en mí el deseo de que el mundo se pare, un rato..para que pueda ver llover ? y pensar. detenerme..a pensar.
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