rendir un examen se parece un poco (irónicamente) a ir de compras.
mientras estas ahí ni te das cuenta que hace un frío de morirse, que no aguantás un minuto más sin ir al baño, que es hora de almorzar y que tenés sed.
en cambio apenas salís, te das cuenta de todo
lo mismo pasa cuando estás en el shopping.
No hay comentarios:
Publicar un comentario