Estaba en lo de una amiga, Fernanda*. Ella hacía la valija para irse para afuera mientras yo estaba en el living. Fui a su cuarto, y la escuché hablando.
Y- Fer, estás hablando sola?!
F- Ay no, estaba hablando con la remera.
Ahhh ta perdón por interrumpir, siga nomás.
Estás para internar eh.
* el nombre ha sido cambiado a los efectos de preservar el anonimato de la protagonista de esta historia.
Le estaba pidiendo perdón por no haberla llevado a La Pedrera. Me gustó mi nombre, muy atenta estuviste en elegir uno que yo hubiera elegido, y no Clotilde, por ejemplo.
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