No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tenga fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Borges
lunes, 5 de julio de 2010
la pregunta del millón.
rompió el silencio para preguntar lo siguiente: - vos me amás? - QUÉ? cómo me tirás esa pregunta bomba así nomás?
por suerte la sorpresa sirvió de excusa para no contestar.
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