No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tenga fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Borges
sábado, 20 de febrero de 2010
a girls right to shoes
quizás lo único bueno de una partida espontánea a la casa del este es..
reencontrarse con mis zapatos amarillos, que no veo hace casi un mes. no me gusta hacer favoritismos con mis zapatos, pero estos son...especiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario