No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tenga fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Borges
sábado, 19 de diciembre de 2009
Schumacher
uno pensaría que después de ocho meses, treinta y cinco clases, tres exámenes, una vuelta en U de película y una salida del garage digna de aplausos, mis padres me prestarían el auto.
jajajajajaj sos tan tierna!
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