No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tenga fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Borges
martes, 1 de diciembre de 2009
once a cheater, always a cheater.
ingenuas las mujeres que probamos suerte con un zapato que ya nos lastimó..
y volvemos a casa con ampollas en los pies. qué será lo que nos hace creer que esta vez va a ser distinto ? que el zapato maduró ? o nuestros pies lo hicieron ? pf.
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