No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tenga fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Borges
martes, 11 de agosto de 2009
te molesta
que esté gorda o esté flaca que duerma mucho o duerma poco que me pase el día en casa o que no esté nunca que salga mucho o salga poco
no te podés quejar. si mis role models son lo que son. realmente no te podés quejar.
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