No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tenga fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Borges
lunes, 29 de junio de 2009
black or white
me dijeron que si lo malo no fuera tan horrible entonces no podríamos apreciar qué tan bueno es lo bueno.
a veces (y sólo a veces) me gustaría que existiera un equilibrio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario