No habrá nunca una puerta. Estás dentro y el alcázar abarca el universo y no tiene ni anverso ni reverso ni externo muro ni secreto centro. No esperes que el rigor de tu camino que tercamente se bifurca en otro, tenga fin. Es de hierro tu destino como tu juez. No aguardes la embestida del toro que es un hombre y cuya extraña forma plural da horror a la maraña de interminable piedra entretejida. No existe. Nada esperes. Ni siquiera en el negro crepúsculo la fiera. Borges
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Y lo que yo digo cuando digo: "No quiero estar". Es un "No quiero estar: en mi casa, en Montevideo, en invierno, en parciales, en clases, con cargo de conciencia por no estudiar (no voy a ser tan hipócrita como para decir 'estudiando', justo yo), aburrida, sin ver a mis amigas, con ganas de comer producto de la ansiedad, etc.".
ResponderEliminarEs bastante equivalente al "me quiero ir a la mierda", pero más completo.