No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tenga fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Borges
miércoles, 20 de octubre de 2010
actualizate, pedir la hora no se usa más
Se me acerca un tipo a pedirme la hora y, next thing I know, se está yendo con mi cartera. Lo salgo a correr, y de a poco me va tirando las cosas hasta que me quedo con todo menos con la plata. Que es lo de menos. Gané, no?
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