No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tenga fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Borges
jueves, 12 de noviembre de 2009
pasame tu msn.
las mujeres somos contradictorias.
- cuando empezamos a salir con alguien, queremos que esté conectado siempre que nos conectemos, y así hablar con él - cuando dejamos de salir con alguien, más le vale no conectarse. nunca.
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